Los espacios inclusivos en las aulas enseñan a nuestros alumnos la importancia fundamental de la inclusión y la igualdad. Garantizan que nuestras aulas sean accesibles para todos y permiten que cada alumno tenga un sentimiento de pertenencia.

Tenemos que pensar en la inclusión en todos los aspectos de la organización de una clase. Como se establece en la Declaración de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, todos los alumnos con discapacidad tienen derecho a participar plenamente en la vida diaria de una clase.

A continuación se exponen algunas consideraciones importantes para un profesor que diseñe un espacio para alumnos con discapacidades físicas.

1. Minimizar las distancias recorridas

Los alumnos con discapacidades físicas pueden tener dificultades para desplazarse entre los espacios del aula. Para minimizar las distancias de desplazamiento de los alumnos con discapacidades, asegúrese de que haya un amplio espacio abierto entre los puestos de trabajo que permita un fácil acceso a todas las zonas del aula.

Un puesto de trabajo en forma de herradura, por ejemplo, puede ser insuficiente para los alumnos con discapacidades físicas, ya que exige dar largos rodeos por el aula.

2. Hacer accesible toda el aula

La movilidad no implica simplemente el acceso entre el pupitre del alumno y la puerta de la clase.

Sentar a un alumno con discapacidad junto a la puerta o colocarlo en un pupitre aparte puede parecer cómodo y fácil, pero lo separa físicamente de sus compañeros y del material didáctico.

Del mismo modo, dar a un alumno con discapacidad un espacio dedicado y separado en el aula también envía un mensaje perjudicial al alumno de que es un inconveniente.

Por tanto, asegúrese de que los alumnos con discapacidad puedan moverse por toda el aula para poder participar en todas las actividades de los puestos de trabajo y de trabajo en grupo. En particular, procure que todos los pasillos, pupitres y puestos informáticos sean accesibles para los alumnos con discapacidad física.

Otro problema común es el desorden en el suelo, que impide a los alumnos con andadores o sillas de ruedas moverse con libertad. Asegúrese de que todos los alumnos guardan sus bolsos, estuches de lápices y otras pertenencias de forma ordenada en todo momento.

3. Hacer accesibles todos los materiales

No siempre es posible colocar todos los materiales a alturas y ubicaciones accesibles. Sin embargo, me centro en colocar los materiales más utilizados en el aula en los espacios más accesibles. Siempre que es posible, intento que todos los materiales utilizados habitualmente sean accesibles para los alumnos con discapacidades físicas.

Aunque el alcance puede ser la principal preocupación a la hora de pensar en la accesibilidad, no es la única. Por ejemplo, he tenido varios alumnos con una motricidad fina limitada. Una solución en este caso es colocar todos los materiales de uso habitual en cajones con asas grandes y fáciles de agarrar.

4. Piense en las transiciones de las lecciones

Las transiciones de clase suelen ser un momento crucial en el que la discapacidad física de un alumno debe tratarse con sensibilidad. Los profesores pueden tener que ser proactivos a la hora de dar señales sutiles a un alumno con discapacidad física para que empiece a prepararse para una transición de clase antes que sus compañeros.

Los alumnos con problemas de vista, por ejemplo, pueden necesitar más tiempo para empaquetar sus pertenencias. Los alumnos que necesitan ayudas para caminar pueden necesitar más tiempo para prepararlas. Si se avisa con antelación a estos alumnos, los profesores pueden evitar que se les señale como "que llegan tarde".

5. Acomodar a los huéspedes con discapacidades físicas

A menudo, los profesores sólo tienen en cuenta las necesidades de los alumnos de su clase. Puede que un profesor sólo piense activamente en la accesibilidad cuando se entera de que va a tener un niño con discapacidad en su clase durante el curso.

Sin embargo, muchos invitados importantes del aula también pueden tener necesidades físicas de movilidad. Los padres con discapacidad tienen tanto derecho como cualquier otro padre a acceder al aula. Los profesores del centro con discapacidades físicas también pueden necesitar acceder a su aula de vez en cuando.

Estar preparado para estas posibilidades antes de que llegue el huésped hace que éste se sienta más acogido dentro del espacio. También evita situaciones en las que se hace sentir a las personas con discapacidades físicas como un inconveniente.

Reflexiones finales

Aunque a veces el espacio ideal para nuestras aulas no es posible debido a limitaciones financieras y arquitectónicas, siempre hay pequeños pasos que los profesores pueden dar para hacer que su espacio sea más inclusivo. Las cuestiones de mayor envergadura -como conseguir aulas más grandes y modernas- pueden requerir más defensa y presión.

El diseño de aulas inclusivas muestra a nuestros alumnos con discapacidad que se les valora y normaliza las actitudes inclusivas para que todos nuestros alumnos las emulen. Pequeñas acciones por parte del profesor para hacer del aula un espacio más inclusivo, como reorganizar los pupitres, tener en cuenta los requisitos de transición y eliminar el desorden, pueden contribuir en gran medida a crear un sentimiento de pertenencia e inclusión en el aula.todas las aulas.

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