Se trata de una tradición escolar muy arraigada: un día de comida y diversión para celebrar todas las culturas representadas en tu centro: danza folclórica mexicana, desfile de hanboks coreanos, degustación de Spanikopita... Desgraciadamente, aunque bienintencionado, el Día de la Cultura es un esfuerzo equivocado y, como verás, estos actos suelen tener el efecto contrario al deseado.

Digo todo esto reconociendo que he participado en un montón de ferias culturales en la escuela. He atendido puestos en eventos de la Asociación de Padres de Alumnos de los países que he visitado (*risas*). Amazing Race Pero tuve una llamada de atención cuando me di cuenta de lo siguiente sobre el Día de la Cultura:

Es un enfoque turístico

El currículo turístico es un enfoque de la educación multicultural que ofrece una visión demasiado generalizada, breve y limitada de una cultura, reduciéndola a menudo a un compendio de comidas, vestidos y fiestas. No es posible captar toda una cultura -y a menudo se trivializa- en un solo tablón de anuncios.

Hace de la cultura blanca la norma

Otro componente clave del currículo turístico es que, después de la "visita", se vuelve a la vida "normal". Cuando tenemos un día al año en el que aprendemos sobre las culturas del mundo, reforzamos la idea de que son exóticas y extrañas. Las escuelas que organizan ferias culturales están enviando inadvertidamente el mensaje de que la cultura blanca occidental es la norma y que sus prácticas son lo que se espera de ellas.entorno (véase: currículo oculto).

Es simbólico

El simbolismo es la práctica de hacer un esfuerzo superficial de inclusión. Por ejemplo, cuando las empresas contratan a una sola persona de color para dar la apariencia de equidad racial en el lugar de trabajo. El Día de la Cultura funciona de forma muy parecida. Seguro que parece que estás marcando una casilla de diversidad si es la única labor que hace tu centro educativo en ese ámbito.

Es una sola vez

La mayoría de las veces, las ferias culturales están desconectadas del resto del plan de estudios (por ejemplo, sólo se habla de racismo en el Día de Martin Luther King). Por lo general, no forman parte de un esfuerzo más amplio por promover y celebrar la diversidad. Así que una feria cultural es problemática, y además no es suficiente.

Perpetúa los estereotipos

Desgraciadamente, las actividades del Día de la Cultura tienden a centrarse en lo "tradicional". No hacen un buen trabajo a la hora de presentar a las personas y las culturas como modernas. Por ejemplo, los alumnos pueden tener la impresión de que los indios siempre llevan saris o que los nativos americanos sólo existieron en el pasado.

Está plagado de apropiación cultural

Por cada familia que habla de su propio patrimonio, hay otra que representa a una cultura a la que no pertenece (*culpable*). Las actividades del Día de la Cultura a menudo cruzan la línea que separa el aprecio de la apropiación. Peor aún, pueden mostrar actitudes paternalistas acerca de saber tanto sobre un país como alguien nacido allí porque uno ha vivido en él o lo ha visitado.

De acuerdo, el Día de la Cultura está descartado, pero, afortunadamente, no es la única opción. Y, la verdad es que podemos y debemos hacer mucho más. Hay formas mucho mejores de celebrar la diversidad y promover la equidad en las escuelas, como:

• Educación antiprejuicios: se trata de un enfoque global de la enseñanza y el aprendizaje que promueve el respeto y la aceptación de las diferencias y la actuación contra los prejuicios y la injusticia.
• Enseñanza culturalmente receptiva: Esta pedagogía reconoce la importancia de las referencias culturales de los alumnos, las considera ventajas y ayuda a los profesores a implicar a alumnos diversos.

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Además, los días temáticos que los colegios deberían evitar.